Somos lo que no nos animamos a decir…
Vivimos lo que no nos animamos a soñar…
Somos nuestra propia decepción.
Vivimos lo que no nos animamos a soñar…
Somos nuestra propia decepción.
Vivimos de apariencias sin sentido.
Nos creernos autosuficientes y mostramos al otro que podemos con nuestra soledad.
Imitar una sonrisa falsa en vez de pedir un abrazo.
Somos lo que no nos animamos a decir…
Vivimos en nuestros propios encierros, nuestros propios miedos.
Y así nos convertimos en quienes no queremos ser.
Vivimos la vida de otro ser.
No la nuestra, dejamos nuestros sueños de lado.
Por lo políticamente correcto y del que “dirán”
Somos los que no nos animamos a soñar.
Vivimos lo que no nos animamos a decir.
“La baulera de los sentires”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario